martes, 20 de mayo de 2008

Los hombres que me dicen piropos

Mi día sólo tiene tarde y noche. Me levanté al medio día y luego de almorzar tuve que salir a la calle. Caminar. Orearse. Si pasara solamente en la casa me pudriría, me derritiría y me terminaría yendo por alguna alcantarilla.

Salí y el Sol me reclamaba penetrante no haberlo visto amanecer. La calle me calentaba fuerte los pies para derretir las suelas de mis zapatos y volverse más negra. Necesitaba abordar un bus que me llevara al centro. Me econtraba en una esquina, al lado de un cruce de calles. San Salvador es tan grande a mi alrededor que no me percato de él.

Un camión viejo esperaba que el semáforo se decidiera ponerse en verde porque ya no aguantaba su pesada carga de obreros amontonados, sudados y cansados. Los obreros iban apretados unos con otros en aquel camión; algunos sacaban las manos por la orilla como para agarrarse del aire; los de enmedio tenían que cuidar que sus manos no se agarran de otro compañero.

Un beso suave y vulgar se posaba en mi oido.

San Salvador es tan grande que no me percato de él.

Otro par de besos más fuertes y más vulgares me tocaron el pelo y las nalgas.

San Salvador es tan grande que, de una manera u otra, se hace notar.

"¡La de la colita!" me dijeron los obreros y yo volteé a ver en la acera y no había nadie, sólo yo. Ellos me miraban a mí. Los miré fijamente y les enseñé mi sonrisa mientras un enojo negro y violento subía de mi estómago al pecho. Hicieron un ruido que sólo una multitud de hombres puede hacer. "¡Qué linda!", "¡que bonito tu pelo!", "¡mamita!". Y entoncés sonreí lo mejor que pude y llevándome la mano a la boca les tiré besos. Besos en sus caras sucias. Besos en sus genitales hediondos. Besos en sus bocas babosas y apestosas. Besos en su ignorancia.

¡Qué cólera!

¡Qué tristeza!

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Algo que me pasó hoy.

4 comentarios:

Be yourself dijo...

jajajajajaja a mí también me da cólera que me tiren besos en la calle. Lo encuentro repugnante... más esos hombres "hediondos"... te comprendo...

Nadie dijo...

La diferencia es que a usted se los tiraban porque les gustó. A mí me los tiraron para molestarme :S

TITO dijo...

Bravo, bravo.
No te menosprecies, quizá sean homosexuales y les gustaste a más de alguno y no se atreven a salir del closet. Ya sabés entre más homófobo, menos heterosexual.

Nadie dijo...

Pues sí, TITO, algo más ha de haber debajo de esa capa de odio. Cuidate. A ver cuando te veo por la UCA.