sábado, 13 de septiembre de 2008

Pseudo e-mail público a mis amigos

¡Vieran! Hoy fuimos, con la Arlen, al Teatro Nacional al Festival Internacional de Ballet que organizó la Escuela Nacional de Danza Morena Celarié y quedé con una muy buena impresión. Del Estacionamiento Morazán al teatro fuimos hablando miera y media con la Arlen, que “¡ayí en ece teatro le hes FINO! i gramde, disenqués, y freeeejco. Boooniiito se allá ai” y, ya adentro, nos dieron el programa de mano a cambio de las entradas y vieran qué chivo el programa, así con el estilo de las cosas del Centro Cultural de España. Definitivamente soy fan de Antonio Romero (el maje que diseña todo lo del Centro y otras cosas relacionadas a él como el afiche de “Tebas. Memoria del Silencio” ¿Ya cayeron quién?) pero no entro en detalles de cómo era el programa de mano porque me da hueva escribirlo. La cosa es que, ya en la Gran Sala, nos sentamos en medio en la segunda fila. La voz de Francisco Centeno dio la segunda llamada y dijo que estaba prohibido tomar fotos con y sin flash y también tomar video, que si veían a alguien tomando fotos o grabando, un encargado les iba decomisar la cámara. Me encantó que especificaran eso y no hubo ni un flash jodiendo el espectáculo, manchándolo; pero el todo que puso Centeno fue bien pesado, como que si estaba amenazando a unos bichos estudiantes. Después de la tercera llamada (como es obvio) empezó la presentación. Bailaron la Compañía Nacional de Danza de El Salvador (“Tssss, ¡la mera mara salvatrucha, va!”), la Escuela de Ballet Clásico Ruso de Costa Rica (“Di, mae, ¡pura vida!”), la Escuela de Ballet y el Grupo Guatemalteco de Danza de Guatemala (“A la, vos. Echémonos unas refacciones.”) Abrió la CND con GRAND PAS DE QUATRE y la Arlen pensó que era el pas de quatre del LAGO DE LOS CISNES que parece cumbión. No me gustó, aunque no fue malo; no me gustó por normalito: nada extraordinario. Luego bailó una tica a la que se le notaba un nivel superior que a las salvadoreñas y las chapinas (que participarían en unos momentos); se veía que el cuerpo de la tica había sido entrenado desde niña. Después le tocó a la chapina de la que no puedo decir gran cosa; bailó con abanico una pieza de DON QUIJOTE y con la Arlen decíamos lo que pensaba ella mientras bailaba (Agitando el abanico: “ufffff ¡qué wapor hace!… ¡Calorón se siente!” Cada movimiento de brazos: “¡Yo liago así, ve! ¡y aquí, ve!... ¡’qui, ve! ¡Raass aquí y chaass allá!”).Volvieron los mismos grupos a pasar con otras coregorafías y hubo un intermedio. La última pieza fue la que sí me gustó; se llama METÁFORA y la música es de Joaquín Rodrigo, un compositor que le gusta a la Arlen. Una guitarra era el instrumento predominante y a veces intervenía una orquesta. A saber de quién es la coreografía porque en el programa no dice nada, pero si es de Centeno, sería la primera obra de él que me gusta y eso me alegra. Me gustó porque no era un ballet clásico, lo noté contemporáneo (si tal cosa existe en el ballet, que creo que sí). No habían tutús ni mayas y vestían blusas de algodón sin mangas y faltas color caqui, las mujeres, y camisas manga larga blancas y pantalones caqui, los hombres. Cuatro mujeres y dos hombres (el eterno Byron Nájera era uno de ellos (como es obvio, también)) insinuaban historias con sus movimientos y sus gestos que transmitían sentimientos más reales que lo que transmite la sonrisa permanente (casi hipócrita) del ballet clásico. Bueno, también me gustó uno de los bailarines, nunca lo había visto o notado antes; en el programa dice que se llama Carlos Bonilla y tiene una cara linda y el pelo bien cortito. Cipotes, hubiera querido que estuvieran con nosotros para ver el Teatro Nacional ya abierto y hablar crenchadas y pues… estar juntos. “Algún día, ¿veá?”… “¡Sí!... ¡Algún día!”

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“Pseudo” porque no les escribiría a mis amigos un correo exactamente así como esta entrada. Tuve que poner cosas que serían obvias entre nosotros para que otra gente lo entienda.
Imagen: detalle del programa de mano del IV Festival Internacional de Ballet diseñado por Antonio Romero [Design Laboratory].
A Esaú en México y a Pedro en Francia: amigos 4eber, nobeno “A” del Istituto Rúsbel.

3 comentarios:

Orpheo dijo...

Hey, sí men amigos 4eber, nobeno “A” del Istituto Rúsbel, men.

Qué chivo que hayás ido a eso. Suena entretenido por el ballet y por las grenchadas. Me hubiera gustado estar ahí.

Me ha pasado várias veces que pienso grenchadas y me río yo solo... bueno, me acompañan uds en mi cabeza jejej.

Por ejemplo, anoche, estaba sirviéndome la cena e iba a agarrar chile y vi que en la etiqueta decía "pasta de chile" en francés y tbn decía "chilipaste" en una sola palabra y yo la leí en español!!!
Me cagué de la risa!!! Me imaginé a un viejo carey o a alguna maitra haciendo comida o en la mesa diciendo "Mira, echale deste chilipaste" xD!!!

Los extraño!

Nadie dijo...

Jajajaja lo del "chilipaste".

Una grenchada que se me ocurrió últimamente fue viendo Aida, en la parte, en el primer acto, en que Amneris le dice a Aida: "io son l'amica tua"; me imagino que un viejo grencho oye y dice: "Huy! lo que dice esa mujer! "Yo soy la mica tuya"!!! qué bárbara!!!"

Nosotros también te extrañamos.

Orpheo dijo...

jajajaj