sábado, 8 de noviembre de 2008

La artista visual contemporánea

Vivía en el lugar más parecido a la nada. Seis metros por seis metros de blanco perfecto. Si no hubiera zumbado a lo lejos el aire acondicionado, hubiera vivido dentro del silencio perfecto, así sin vibraciones. El aire acondicionado no la dejaba sudar.

Ella vestía de blanco... miró a su alrededor profundamente consciente de lo que hacía ese simple hecho era ya una obra de arte y del guacal blanco que tenía en una mano, comenzó a agarrar pétalos de flores blancas con la otra, tirádolos delante de ella, marcando el camino que seguiría, creándolo. Se desplazó de un extremo a otro de aquel lugar poniendo un pie sobre el camino recién nacido, esa metáfora de la vida, esa textura que iba creado; luego ponía el otro. Al llegar al extremo del cuarto donde nada nuevo pasaba pues era, igual, blanco; irrumpió, ella, en la monotonía clara que zumbaba y de la bolsa de su falda sacó una espátula de madera... ¡¡cuidado, lector, no se haga ilusiones!!: la espátula estaba forrada de guata... con ella revolvió los pétalos que quedaban en su guacal y, luego, ante las expresiones de asombro de los asistentes imaginarios, se los comió sintiéndole hasta los sabores que no tenía, con un exagerado movimiendo de mandíbula, con una mirada que comunicaba todas sus ideas en un segundo, profunda ella; ella una obra de arte; ella y sus acciones, arte; ella viviendo en un cuarto forrado de guata.

Pasaron ciento treinta y siete años. Dios vino a la Tierra. Centroamérica era gobernada por el Partido Gay. La artista visual eternamente contemporánea no había dejado un segundo de realizar su obra; cuando terminaba volvía a empezar, como Sísifo. Pero Dios, que después de tantos años de trabajo burocrático no había perdido su misericordia, se apiadó de ella y osó entrar en aquel espacio donde ella permanecía joven para que la pieza permaneciera intacta. Puso Dios una pose de Charlton Heston en LOS DIEZ MANDAMIENTOS y le dijo la verdad: "Hija, eres sólo una obra de Alexia Miranda y Ronald Morán".

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Imagen: HABITACIÓN INFANTIL de Ronald Morán (1972).

10 comentarios:

HuelveElena dijo...

Ja, ja, ja.
Dios mío!

HuelveElena dijo...

Esto es maravilloso!!! Sigo emocionada, y la Katya también. Solo que tenés unos errores de comas, corregilos pa leerlo más fluido.

Nadie dijo...

Gracias, Ele, lo revisaré.

Dalia Chévez dijo...

Me encanta :D

Nadie dijo...

:D Qué chivo :D

veronica vides dijo...

Buenísimo! redondo... y blanco!

Nadie dijo...

Gracias, veronica vides. Claro, tiene que ser blanco :)

Unknown dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJA, HEY ESTA MARA ESCRIBIO ALGO DE LA OLGA HACE RATOS VEA???? SEEE BUENISIMO!!!!!, AJAJAJAJAJ

Anónimo dijo...

Pura psicología transpersonal,chero!!! jajaja

Nadie dijo...

jd, sí, esta mara -yo- también escribió sobre Olga.
Caravantes, ¿quejeso?