jueves, 8 de octubre de 2009

Lo que es jueves

De no ser por la fecha, hoy sería año nuevo. De no ser por mi edad, este sería el primer día de clases del colegio. El Sol en la mañana. El viento algo helado, intensificado por la velocidad del bus. Voy tarde a la universidad porque la primera clase es para que el catedrático parafrasee los folletos de los que vienen los exámenes y para que responda preguntas como "¿qué es metodología?". Este ciclo no me gusta. Gracias, Krishna: al fin comenzaré a escribir en la clase de Redacción. Sólo dios sabe cuánto he ansiado ese día. Me emociona la idea de armar un pequeño periódico en la clase y salir a reportear, como si fuera verdad. Termino de leer la HISTORIA DEL OJO en la cafetería. El poder de atracción del libro es tal que no importa cuánto griten (porque no hablan) de fútbol, de la Semana del Comunicador y de Shakira. No tengo palabras para definir mis emociones por el libro. No las tuve, ni las tengo. Me dejó silencio. Antes el jueves era mi día favorito. Caminamos hacia el café (porque tengo una amiga y caminamos). La Rebe anda un vestido largo. Al rato llega Miguel y hablamos. Nunca lo he visto tan sin barba. Mis dibujos se desenrollan en sus papeles, se caen de la mesa, se muestran porque yo los muestro y son ellos la razón de estar ahí. Quién fuera dibujo. Estoy apagado al inicio, lo noto. Georges Bataille me dejó silencio. Sólo puedo contar cómo me siento yo porque sólo mis pensamientos conozco. De la Rebe y de Miguel sólo conozco sus palabras. De toda la gente que conozco, sólo conozco sus palabras. Trato de aclarar mis ideas y se me amontonan tanto que la mayoría se asfixian y mueren, jamás llegan a mi boca. Los planes están en medio de todos, las proyecciones, las ideas (buenas y malas). El futuro se ve venir soleado y con viento desde el café, agradable, como hoy que no es año nuevo pero se siente que algo comienza.
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Dibujo: Hans Bellmer. Para la HISTORIA DEL OJO de Georges Bataille.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y de paso me avergonzaron a mí, por no haber leído el tal libro.
Me sentí como cualquiera de tus compañeritos de 18 años de la U.

Nadie dijo...

Ay, Miguel, vos te avergonzaste solo si es verdad que así fue. Me has de estar bajando. :P