domingo, 4 de diciembre de 2011

04|12|11 · 11:53am


Bill Cunningham

2 comentarios:

Gestas Guarnieri dijo...

Bueno Javier, si hablamos del mismo Bill, entonces vale decir que él, a mi juicio, mira el signo de la moda de manera muy diferente al resto de mortales. Así, en el portal de msn, por mencionar uno, nunca verá fotos, ni leerá o escuchará discursos con ese melifluo desenfado que caracteriza a Cunningham. Vive y trabaja en Nueva York; eso explica su enfermedad. Bill es víctima, pero no de la moda, sino del arte detrás de las carambadas semióticas de la moda.

Hace 20 años, estando de visita en Palermo, Italia, vi el primer par de latinos vestidos como mareros (que por su fisonomía pensé que quizá eran salvadoreños), o dicho mejor, como solían vestirse en aquellos años los pandilleros del sur de Los Angeles. Si de verdad lo eran (o sea, que fueran mareros), pues nunca lo supe. Por sus tatuajes yo diría que sí...Mas el quiasmo, que en definitiva fue lo que tuvo de extraño ese avistamiento, consistió, en, como su atuendo despedazó el esquema zombi de vestimenta de los jovenes de aquella ciudad mediterránea, al reunir ambos en su look, prendas que los locales ya utilizaban, solo que desintegradamente; y, como el semblante unitario de rudeza de los extranjeros rojos, del cual el ropaje era una extensión casi orgánica, fracturó el sistema de la moda (como Barthes lo refirió) de aquel lugar tan blanco. Un amigo los fotografió, y al día siguiente publicó las fotos y una breve nota al respecto en la sección cultural de la gaceta en que trabajaba. La moda sabe desesperar de la moda; por eso me cae bien. Ver el nombre de B.C. en su blog, Javier, me hizo recordar a mi amigo. Q.E.P.D.

El cacastle de su blog aloja una de mis cinco entradas favoritas desde que mi panita M.C. me mostró la blogosfera y navego por sus perras pulsiones. Uy, ya hace bastante de eso.

Nadie dijo...

http://es.wikipedia.org/wiki/Masturbaci%C3%B3n