Lástima que aquí no soy más que estudiante
y que por esa razón no puedo
caminar sobre los techos de las aulas magnas.
Los techos de las magnas
tienen la forma de una piscucha
que intentando aletear se quebró
y se quedó quebrada
con los extremos derecho e izquierdo
hacia abajo,
casi tocando el suelo
si no fuera por las paredes
casi nubes
que la sostienen
y por la bulla de los alumnos
que no saben lo que pasa.
Por cualquiera de los extremos
derecho e izquierdo,
los empleados del aseo suben
hasta arriba o hasta en medio,
donde sea que esté sucio,
donde piensen que lo esté.
Con escobas, casi bastones,
barren las hojas que caen con polvo.
Caminan despacio y despreocupados
por la gran extensión inclinada
de la ondulada Duralita
gris mohosa,
ahí dejada
a su suerte.
2 comentarios:
Síiiiiiii! por fin termino el ciclo xD
Saluditos!
Hasta ya comenzó el otro y hasta ya va por la mitad.
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