28 de diciembre de 2009

Había olvidado / Dejarme llevar


Había olvidado que el Zune tiene radio. Había olvidado qué melancólicas se escuchan las voces de los locutores de radio a esta hora. Había olvidado cómo se espera el día poniendo atención a las letras de las rancheras en la radio. Hace semanas terminó el ciclo universitario. Pasé todas las materias con promedios mediocres que puedo considerar dieces tomando en cuenta que sólo asistí al treinta por ciento de las clases y que sólo entregué el veinte por ciento de las tareas. Hace semanas terminó el ciclo universitario y tengo el horario como siempre: desordenado. Me he levantado entre las doce del medio día y las cuatro de la tarde. Me duermo sólo hasta las cuatro de la madrugada o las seis de la mañana y paso con sueño todo el día, toda la noche. Había olvidado cómo me sentía en la adolescencia recién pasada al escuchar LA LOCOMOTORA de Café Tacvba. Siento que me hincho unos milímetros al recordar: quizás estaba más gordo en esa época o quizás estaba enamorado, o las dos. En la radio recalcan que es el último lunes del año. Me gusta cómo suena en mi cabeza que vivo las últimas madrugadas de este año. (Cuesta seguir después de un punto y seguido). No debería dormir nada hoy para caer de un solo golpe sobre la cama a las ocho de la noche. Feliz cumpleaños a Jonathan en Olocuilta, su abuelo lo acaba de saludar por la radio. No sería mala idea andar muriéndome de sueño todo el día, afectadísimo de los nervios por las tantas tazas de café que necesitaría. Ya he recurrido a este método antes, hace años, en mi adolescencia recién pasada. Se siente bien escuchar la voz de alguien que está despierto como uno a esta hora. Se siente bien oír a un locutor, por más pendejo que sea lo que hable; se siente bien saber que en la ciudad hay otro maje despierto igual que uno, igual de maje. Comienzan a sonar las tuberías. Comienza a caer el agua: es señal de que hay otro despierto y somos tres ahora. Uno escribe. El otro locuta. El tercero abre las tuberías. Había olvidado dejarme llevar por lo primero que se me ocurriera y escribirlo. Hoy me voy a bañar, me recortaré la barba y, sí, me pondré ropa interior; saldré a ver a un amigo y lo voy a abrazar. Me lavaré el pelo. Me lavaré los dientes. Me había olvidado de mí.
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Imagen: Bridget Riley
Título: Blaze 4

2 comentarios:

S0y la Que No Buscas dijo...

Mi horario al igual que el suyo está hecho un desastre, también paso las noches y madrugadas despierta, escribiendo cosas sin sentido!

Abrazos :-)

Nadie dijo...

Gracias, usted. Un abrazo, también.