La Promenade (1875) - Claude Monet |
Cómo las letras de tu nombre tienen colores ahora. Cómo cambia el clima justo ahora. Cómo me baño. Como cuentan los años desde Jesús, desde vos, yo cuento los días y cuento las estrellas y cuento cuánto han crecido ellas y cuánto te han dilatado la pupila. Cómo fuiste, una mañana, La Promenade de Monet pero sin sombrilla y sin vestido y sin niño al lado, sin grama que cubra tus pies, ni cielo amplio de fondo. Cómo fuiste, una mañana, La Promenade de Monet en alta definición mientras me saludabas y yo te respondía y al siguiente segundo hundía mi cara en mi libro de turno para seguirte viendo fijo, como cuadro, en cada letra impresa, puesta en ese orden por Mérimée. Cómo caminás. Como caminás, yo camino también porque si te detuvieras, yo pararía inevitablemente, torpemente. Y cómo estás ahí. Puedo contar los metros y los elementos y las personas que están entre vos y vos, vos que sos yo en otro cuerpo, con otra voz con las mismas palabras y las mismas intenciones, casi, quizás, ni sé. Cómo estoy aquí, guiado por mi nariz llorosa, que gotea lo que mis ojos no pueden porque aún no es tiempo ni de llorar, ni de sonreír mucho, mucho menos de carcajearse porque aún no es tiempo de dejarme, de permitirme y perdonarme decirte las palabras tan sencillas, poderosamente terribles, causantes de hemorragias cerebrales y otro número igual de sinónimos ridículos que sólo pueden insinuar lo mínimo que en mi garganta se siente como vómito que asoma pero que no existe porque, pues, siempre es temprano cuando te veo y no he desayunado la mayoría de las veces porque, vos sabés, el tiempo es corto para uno que es así, así de mal organizado. Como recuerdo tus uñas y no sé por qué, imagino que un día te digo que no busqués más un cortaúñas y te agarro la mano extraña y te arranco el excedente con mis dientes y en mi mano pongo la media luna diminuta que no es más que una imagen poética horrenda pero que, por ser tu uña, vale verga y se vuelve un tesoro todo: tu dedo, mi saliva en tu dedo, tu uña en mi mano, el nuevo recuerdo imborrable de tu dedo en mi boca y la hora, el día y la fecha de ese momento que ni existe y ni existirá. Cómo recuerdo tus uñas.
4 comentarios:
Uno:
Vaya, estás leyendo "Carmen"
Dos:
Estás --irremediablemente-- perdido.
Tres:
En cursivas que no sé cómo poner:
Lamur le tuá fan de boém, nil ma yetem yetem comidetuá/ Sitideme (me falla el listenin) me pa yetem si yetem comidetuá
Algo así!!!
:-)
Qué hermosa mierda.
Elena, uno: sí la leí; dos: no; tres: qué matado de la risa.
S0y la Que No Buscas, :B
Goríron, gracias. Mierda, pero hermosa.
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