domingo, 23 de agosto de 2009

Alusión / Alucinación

Me siento frente al monitor y pienso "seguramente, si colocara de algún modo todas las letras blancas que escribe, encontraría yo mi cara en lo más hondo de su mensaje". Éste es el problema cuando alguien escribe cosas ambiguas y bellas, casi imperfectas: hace que las personas enternamente deseperadas como yo se sientan aludidas y quieran forzar que las palabras que leen las describan a ellos (a mí), que los mensajes publicados a disposición del mundo sean sólo para ellos (para mí). Pobres tontos (pobre de mí).

Yo uso mis pestañas como pinzas y agarro las letras que él coloca desde atrás de todos los monitores del mundo. Con un dedo ensalivado golpea unas teclas y con saliva se adhieren a mi monitor esas letras. Las examino por días, les trato de quitar toda contaminación y no sé si les encuentro el significado correcto o si les agrego el significado que quiero, que creo querer.

Me frustro. Deshecho las letras sin llorar, sólo las escupo en mi mano y las dejo pegadas por lugares donde casi nunca paso. Comienzo a alucinar, vivo media hora de mi futuro en un segundo y, en esa media hora, tengo la cena más cotidiana con él y viste la camiseta más fea y de moda y visto la camisa más bella que compré usada.

No llego a ningún lado.

Detesto los posts ambiguos.


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Esta entrada es un secreto. No sabía qué imagen poner.

viernes, 21 de agosto de 2009

After party

Sí. Quiero platanitos con polvo de chile. No tomo ron. ¿Andás el monte? Cállense. Vayan a comprar. ¡Me voy a quedar! ¿Ya has dormido fuera de tu casa? Sí. Hablando con la mujer ha de estar. A mí me gusta del sentido y de la parte. A vos. Jijí. Aquí te queda más cerca. I'm not gonna say that I don't like it, because I like it. ¿Hay alguien aquí que no se conoce? Hermano Ale. Yo lo veo de más de cuarenta. Se está cuidando la parte. Sí. Calimocho. Prestame unos calcetines. Sólo Diana había. La multiplicación de los pases y los penes. ¿Ella es coloratura? ¡Calimocho! A mí me gusta esa. ¿A quién te cogerías? Sí. Qué largo tenés el pelo. AleluUuUuya. Él no necesita motel, vive solo. En unos años va a salir del clóset. Es macho alfa. Ya se me durmió la cara. Cucaverga. Hermano Migue. Beibe. No.

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Dibujo: Nadie.

domingo, 16 de agosto de 2009

La Eternidad

Cuando en el futuro se inventen los viajes en el tiempo, será el futuro en todas las épocas. Desde cuatro mil años adelante del nuestro, vendrán los turistas del tiempo y les venderemos artesanías, les mostraremos sus casas cuando no eran suyas y los ilustraremos en nuestras costumbres. Iniciará el comercio entre épocas y Luis XIV comparará varias naves para viajar a otros planetas, el Presidente de la Tierra del futuro se abastecerá del aire puro de las épocas antes de que el hombre apareciera. Desde el futuro nos mandarán las nuevas tecnologías que ni imagino en este día en el que vivo y escribo. Comenzará el proceso en el que todas las épocas se irán transculturizando del futuro y empezará a no existir. El pasado se extinguirá, será el futuro. El futuro será el presente permanente. En todas las épocas, el futuro. El futuro eternamente: La Eternidad.

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Imagen: Detalle de la futura Dubai Opera House.

martes, 11 de agosto de 2009

A falta de asilo, panadería

Desde aquí puedo entregarme a la tristeza por entero,
sin ninguna reserva.
El café me baja amargo por la garganta y me deja ácida la lengua.
Me siento perfecto,
perfectamente triste
otra vez.
Para esto son los blogs,
para decir que uno está triste.

Hace ratos que no entraba aquí,
meses,
Está más grande,
ocupa el espacio de dos locales del centro comercial:
Catedral Gay de San Salvador.
Hoy es el nuevo lugar más triste del país.
El café lo confirma
-aquí-
y el pan dulce refuerza la idea
de que así es.

Si me siento y observo y dejo de escribir unos minutos,
me doy cuenta de que soy el más joven de los clientes.
Generalmente, las cafeterías son para viejos y ésta no es la excepción.
Entran mujeres que comienzan a ser viejas y viejos que ya no lo son más,
que ya son cadáveres
jalados por alguna persona que todavía tiene compasión.
Puedo contar los centímetros que avanzan en un minuto.

Desde aquí veo el pasillo tras la vitrina
-cafetería sin ventanas de centro comercial-,
los jóvenes que pasan afuera no se percatan de la existencia de los viejos,
de nosotros, los de adentro.
Tanto gel en la cabeza no les permite girarla.
Tanta ropa apretada los condiciona a una cosa:
ignorar a todo aquel que no sea como ellos.
Ellos afuera.
Nosotros adentro.
Aquí estamos
con caras de viejo o caras tristes,
es lo mismo.
Quizás el café nos da la misma apariencia.

Desde aquí,
desde esta panadería barata de centro comercial
-El Rosario-
veo cómo la gente entra apagada, uniformada de banco, hambrienta, llorosa:
lo mismo.
Veo cómo les cuesta mover el tenedor desechable y agarrar el bocado barato y masticarlo.
Se sientan solos en mesas para cuatro
-como yo-
y cuando terminan de comer,
se quedan
con la con la cara descansando en la mano menos cansada,
deforman así su cara,
se les arruga;
parecen viejos
entristecidos.
¡Qué bellos!

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Esto no es un poema. Pase buen día.

viernes, 7 de agosto de 2009

Soundtrack

Es bonito ir a los Planes de Renderos con los amigos y que, de repente, el modo aleatorio del reproductor de música ponga a The Boswell Sisters y no poder dejar de oírlas el resto del tiempo:

lunes, 3 de agosto de 2009

¿Vamos a Santa Tecla?

Nuevamente, la vida se encarga de ponerme en un recital muy masculino. Frente a mí se yergue la bandera de la poesía y me manda a servirle. Dejo esta hablada de mierda y paso a los siguiente:

Mario Zetino,
Efraín Rivera,
Carlos Flores, Manuel Ramos, Litzardo Rivas, Omar Chávez, Vladimir Amaya
y
Nadie

(en la imagen: Javier Ramírez),
estaremos leyendo en el PalacioTecleño de la Cultura y las Artes, el sábado 8 de agosto a las 6:00 p.m., obviamente en Santa Tecla. Ésta información se puede ver también en la imagen de abajo, por lo tanto, éstas líneas son absolutamente innecesarias.

No piense que está lejos porque es afuera de San Salvador. Vivimos en el país más pequeño de América continental. Nada está lejos.


domingo, 2 de agosto de 2009

Cuatro cosas que me gustan y la Virgen

  1. Me gusta el momento (y lo que en él siento) en que el café instantáneo granulado viene subiendo por el agua hirviendo en la taza y llega en medio como una nube de polvo, mientras arriba el agua aún es clara y ahí no es café todavía, ahí está a punto de serlo. Me encanta ese momento. Si seis veces preparo café al día, seis veces lo aprecio. Es como para acostarse y flotar sobre el agua mientras la nube gigante del café viene hacia mí. Es como la idea de un video arte.
  2. Me gusta pasar los canales de televisión y no dejar ninguno ni un minuto. Dar dos vueltas, tres y ocho y no ver nada, nunca enterarme de qué se tratan las cosas y suponer, inventar la continuación de las frases, la continuación de la historia, hacerla propia y meterme en ella, coserla a la medida de mis fantasías. La madrugada es el mejor momento para hacerlo. De día, me gusta leer María de Oro en el diario sólo una vez al mes. Leer los dos cuadros y nunca enterarme de qué se trata. Inventar. Suponer.
  3. Me gusta usar mi agenda como recordatorio de lo que hice y no como planificador de lo que haré. Me gusta porque tiene fotos lindas, porque me la regaló alguien que quiero y en la portada tiene una virgen. Me gusta mi agenda porque en ella escribo estas cosas en las fechas de inicio de año que no usé y les coloco las fechas actuales, éstas en las que escribo, y las palabras quedan adornadas de fechas distantes, fotos hermosas y los manchones de cuando me equivoco.
  4. Me gusta haber reconocido, hace unos momentos, frente a mí mismo, que no quiero relaciones amorosas, que me siento bien así y que la soledad es linda y posee mucho tiempo. Cuando estoy solo (soltero [palabra más fea]) tengo cosas feas en mí, sufrimientos, y eso me inspira, me empuja, me jala el pelo y pone lapiceros en la mano. Cuando estoy feliz me vuelvo otro y no sé qué palabras son las que describen lo que siento y no me gusta. Por eso, quizás (muy seguramente), me gustan los muchachos arrogantes y malos de la cabeza, destructivos, que me den las emociones suficientes para escribir (que es por lo que decido seguir en el mundo), que me besen y me muerdan los labios, que me quieran.
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Foto: Pierre et Gilles
Título: La Madone au coeur blessé (1991)
Modelo: Lio