domingo, 19 de diciembre de 2010

EstAs lEtRAs

HijA mia; RASHELL. Querida Hija
tANtAs cosAs mE gustARIA dEciRtE pERo .... ¡ yA mE coNocEs, yA coNocEs mI cARActER. Esto No quiERE dEcIR quE No tE AmE, puEs tE Amo coN locuRA, EstAs muy dENtRo dE mI coRAZoN y buENo hoy tE lo digo coN EstAs lEtRAs.
MI pEquEÑA, mI chApARRItIcA, EREs mIs ojos, mI vIdA y No tE ExtRAÑEs dE Esto puEs no Estoy AcostumbrAdo a dEmostRAR mIs sENtImIENtos, todo lo q' siENto En mI coRAZoN
q tENgo oculto EN mI coRAZoN puEs No Estoy AcostumbRAdo A dEmostRAR mIs sENtImIENtos pERo quiERo sAcARlo y quiERo q' lo sEpAs tu. muchAs, muchAs vEcEs no hE EstAdo a tu lAdo pERo No tE hE dEjAdo dE amAR, hE fAllAdo como pAdRE pERo no hE dEjAdo dE quERERtE y buENo TAmbiEN coN EstAs lEtRAs tE pIdo PERdoN mE pERdoNEs poR lAs muchAs vEcEs quE tE hE fAltAdo y q' vAlgA aquI El momENto pARA pRomEtERtE quE EstARE siEmpRE A tu lAdo, tu mAmA y hERmANos ya quE Es lo quE tENgo dE vAloR mAs pREcIoso A todos los Amo, soN mis tEsoRos
mi pEquEÑA, tE pIdo quE sIgAs adElANtE EN tu vidA, poR El cAmINo q Dios todo podERoso Te dA, sIguElo así como Él quiERE: cAmINo REcto hAciA Él quES Es AmoR y vERdAd y vIdA y El SEÑoR tE vA llENAR dE muchAs BENdIcIoNEs. MIjItA tEA AmO y tE bENdigo hoy y siEmpRE.
QuE Dios sEA tu todo En lA vIdA.
Tu pApA: AlEx. GutiÉRREZ U.

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Carta encontrada tirada en la calle, la segunda semana de noviembre de 2010, en San José, Costa Rica. 

sábado, 11 de diciembre de 2010

Madrugada

No había dormido en toda la noche, estaba acostado en el espacio libre que dejan las cosas amontonadas en mi cama, cuando estornudé una y seis veces (porque no puedo estornudar nunca sólo una) y vi, al parar, una página blanca doblada, colocada en un ángulo en el que las gotas de saliva que le cayeron encima reflejaban la luz del foco y la imagen se me hizo tan linda que la tuve que escribir para poder seguir leyendo tranquilo A streetcar named Desire y luego dormir.
Marlon Brando como Stanley Kowalsky

viernes, 10 de diciembre de 2010

¿Quién sos y por qué te tengo en Facebook?

Creo que es Alan Cubías. Pero sí estoy seguro que es una foto que tomé de su Facebook. 
¿Quién sos, Alan Cubías, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Ale Zepeda, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Alex Est, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Alexandra Santeliz, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Alu Burgos, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Amanda María Hernandez Moreno, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Bea Blanco, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Cesc Miilian, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Christian Ortiz, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Claudia Yanira Espinoza, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Debbie Sireniita López, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Diana Sánchez, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Dulcie Valdez, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Emilia Yang Rapacciolli, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Jenny Linares, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Kachi Vargas, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Karen Valladares, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Karlix Torres, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Luci Paniagua, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Luciernaga Grifa, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Marissa Corleto, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Melisita Méndez, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Pamela Valladares, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Rubén Ramírez, y por qué te tengo en Facebook? | ¿Quién sos, Sandra Beatriz Ascencio Martinez, y por qué te tengo en Facebook?

jueves, 9 de diciembre de 2010

Estoy donde quería estar

Deforme 1
Vivo aquí, en San José, Costa Rica; respiro un aire frío, tengo la seguridad de que no encontraré vendedoras de pupusas en cada cuadra del centro. Me despierto por las mañanas (cosa rara), llevo la ropa a la lavandería que está a una cuadra y me desentiendo del asunto encontrando mucha paz en ese simple hecho. Compro pan: es dulce y salado. Me pongo, en el apartamento, entre la ventana que da a la calle y la cortina, y me veo reflejado en el polarizado de las ventanas que dan a la calle del edificio de enfrente. Pasa el tren y pita; irrumpe entre la tranquilidad de la zona universitaria. Tomo café, veo por la ventana. Vivo en un segundo piso y veo, por la ventana, que la gente pasa a estudiar, a trabajar, a dejar la ropa a la lavandería, hacia la panadería, para la universidad, a ver al psiquiatra. Me baño, me tardo. Salgo a esperar el bus y llega. Me subo, pago, veo las caras, busco un asiento, me siento y veo hacia afuera: cómo cruzamos por el edificio ese, cómo pasamos frente a las artesanías rusas, al lado de los muebles esos, cerca de ese supermercado que cierra tarde y aquella pizzería que cierra demasiado temprano en domingos. Veo los rótulos, las diversas y pequeñas universidades; los estudiantes en ellas, tan poquitos que dan pena, pena ajena, sentados en una de las dos mesas con bancas que caben en el campus, con cajitas de herramientas, con carpetas negras rotuladas, con loncheras con comida, todas chiquitas, pequeñas como sus dueños, como las mismas universidades esas, tan diversas y pequeñas. Paso un centro comercial. Paso un café con terraza y vista hacia unos árboles de los que adivino los nombres. Paso banderas. Llego a la estación donde ahora sé que me tengo que bajar. Me bajo. Ya estoy donde quería estar. San José, Costa Rica. Atravieso parques lindos donde se prostituyen los hombres, calles con semáforos para ciegos, calles peatonales, librerías centenarias, teatros, cines. Me tengo que abrigar. Voy al cine, veo una película. El cine es un cine, huele a cine; no es un centro comercial con cine. La película me gusta, quizás más porque la veo en un cine y es domingo, y San José, y llueve lo suficientemente suave como para que sea agradable, como para caminar bajo la lluvia que no moja; bueno, sí, pero un poquito. Voy a cenar pizza porque es una Pizza Hut con techo rojo y forrada de madera, es una Pizza Hut de los 90. Entro. Percibo el olor de los 90, de mi infancia en los 90; infancia después de un cine de verdad a comer a Pizza Hut. Dos olores de la infancia en una tarde, casi noche, casi lloviendo, casi.