martes, 30 de diciembre de 2008

Propósito para 2009

Mi 
único 
propósito 
para 
el 
año 
que 
viene 
es 
lograr 
que
mi 
información 
de 
perfil 
en 
Facebook 
sea 
realmente 
así:


INFORMACIÓN BÁSICA 

Redes:
       El Salvador, Alumno de la Universidad Doctor Andrés Bello
Sexo:
       Hombre
Fecha de nacimiento:
       07 de octubre de 1985
Ciudad de origen:
       Sívar
Estado civil:
       En una relación complicada
Me interesan:
       Mujeres
Busco:
       Citas, Una relación, Lo que sea
Ideología política:
       ARENA
Creencias religiosas:
       Cristiano Evangélico


INFORMACIÓN PERSONAL

Actividades:
       Ir al gym, tripiar, echar la gueba, la disco
Intereses:
       Nada... tripiar, anime 
Música favorita:
       Its Britney bicht!, Ricaro Arjona, DJ Tiesto, Tokyo Hotel, factoria.. de toda la movida.
Programas de televisión:
       4visión, Gilmore Girl, todo MTV, Juventud en linea y Chibísimo
Películas favoritas:
       Titanic, la de Jackass, de humor, de Vin Disel
Libros favoritos:
       Pablo Cohelo, Isabel Allende, Padre rico padre pobre, lo q sale el domingo d Escobar Galindo
Citas favoritas:
       No se... en un lugar romántico en la playa con alguien especial, con una cena y velas.
Acerca de mí:
       Soy un chavo bien al set que le gusta tripiar y el buen basil.


GRUPOS 

Miembro de:
       Juventud Republicana Nacionalista
       Apuesto a que puedo encontrar un millón de personas que aman a Cristo!!!!

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Foto: fotógrafa de Foto Flores. Modelo: Nadie en 2003. 

viernes, 26 de diciembre de 2008

Cumbia hipérbole

Nory Flores y yo salimos a caminar por el centro de San Salvador. Ella quería hacer un paseo para recordar tiempos pasados y hacer algunas compras, pero le daba miedo ir sola. A mí me encanta el centro y, como tengo tiempo de sobra, no lo pensé nada y hacia el centro salimos Nory Flores y yo.

Me dijo que quería ir a ver a una sioux que hace muchos años vendía collares en el Hula Hula pero no recordaba cómo llegar ahí. Yo le dije que no se preocupara, que yo conozco el centro y salimos de su gran camioneta y luego del Estacionamiento Morazán en dirección a Catedral para luego llegar al Hula Hula. 

Llegamos. Nory parecía turista con sus lentes oscuros y su cabello bien arreglado y, ahora que lo pienso, no sólo parecía, sino que era una turista. Después de caminar por media cuadra en la acera del parque, encontramos el puesto de la sioux que, según Nory, estaba igual de bella como la recordaba pero más vieja. Nory no quizo decirle que le solía comprar artesanías muy seguido hace años porque, seguramente, la mujer no se acordaría de ella, pero le compró varios collares que usaría como decoración en su casa —según me dijo— y eso fue todo. Un señor mexicano nos ofreció tacos en el puesto de al lado pero aún no teníamos hambre.

Luego bajamos al Mercado Ex Cuartel porque Nory iba a comprar unos corbos con el escudo de El Salvador para llevar de regalo en su próxima gira por California y Texas. Mientras caminábamos hacia el mercado, ella se notaba nostálgica, alegre de volver a caminar por esas calles. Imaginé que quizás iba cantando una canción en su cabeza, o recordando a un ex novio o algo así. 

La niña Tina fue la que nos ofreció los corbos más baratos y nos los vendió rápidamente. Sólo dimos un paso para salir del puesto cuando una gitana llegó a echarle una maldición a la niña Tina porque, según alcanzamos a entender, había tratado de evangelizar a su hija y eso había disgustado mucho a la gitana: respiraba fuerte, gritaba agudo y sus manos se movían velozmente amenazadoras. La niña Tina le gritó todos los versículos de la Biblia que se sabía de memoria y la reprendió "¡¡¡en el nombre de Jesús de Nazaret!!!". Abriéndose paso por los mirones y los diferentes colores de piel y acentos, llegaron dos vigilantes a calmaralas y a terminar con el pleito; uno era cubano y el otro, ruso. 

Atrás dejamos el pleito, ya era casi medio día y Nory quería comer en el famoso Pip's Carymar. Le advertí que teníamos que caminar como ocho cuadras pero no le importó. Realmente andaba muy emocionada de andar en el centro. Casi le vi un gesto rezagado de su niñez. A nuestro paso vimos señoras vendiendo verduras, hombres vendiendo películas piratas, borrachos-tira-besitos, mujeres quechuas con sus hijos en sus espaldas hablando con indígenas guatemaltecas que llevaban a sus hijos de la misma manera; y vimos a una mursi que se había quitado el disco de barro de su labio inferior perforado y lo ocupaba como comalito para hacer pequeñitas pupusas, unas geishas iban caminando juntas como yendo al Teatro Nacional y unos novios discutían en voz alta en italiano. En eso, Nory me dijo:

—No. No ha cambiado tanto, Nadie. Talvez esté más descuidado y los edificios se estén cayendo, pero la gente es igual.

Me hizo sonreír.

Al fin en Carymar, una inuit nos atendió y ordenamos unas pupusas. Al fondo, atrás de la caja, otras dos inuit hacían una competencia de canto gutural y no pude evitar quedarme viendo; al final ganó la más joven cuando la mayor se empezó a carcajear y yo me reí también desde mi mesa y Nory se rió y me dijo que yo era algo metido, que debía aprender a ver las diferencias como algo normal. No le argumenté porque en eso nos sirvieron las pupusas y comimos en silencio, disfrutando de ver a la gente pasar al lado de la calle, afuera de la gran vitrina que nos separaba de estar a la intemperie. Al terminar nuestra comida Nory me dijo que siempre le habían gustado los colores con los que se visten las inuit y los razgados ojos que tienen. Asentí. Me dijo que era mentira lo de que soy metido, que entendía cuan hipnótico puede ser el canto de ellas y sonreímos. Creo que ambos nos sentimos como niños. Atrás, en el pasaje Montalvo, les compramos galletas a los chinos.

Salimos. Caminamos calle abajo de regreso al estacionamiento. Ya Nory tenía sus collares y sus recuerdos frescos otra vez. Al llegar a la Plaza Morazán, frente al estacionamiento, Nory me sorprendió y salió corriendo a pararse junto al monumento de la plaza. Yo la veía más feliz que nunca. La gente se le quedó viendo y varios la reconocieron. Una pareja hawaniana le tomó fotos, una huichola la miró severamente y un masái altísimo saltó contento cuando Nory comenzó a cantar de felicidad. Fue imposible que no se aglomerara la gente cuando ya iba por la parte de su famosa canción que dice:

Mi país.
Mi país, ¡qué lindo es mi país!
Están ahí
las razas todas en mi país.

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Imágenes: Mujer quechua por Dale John Larsen, mujer inuit por Lomen Bros, mujer mursi por Sergio Pessolano.
A Esaú y Pedro por las noches de analizar cosas grenchas.
Por reglas estricatas de este blog no puedo subir el video de la canción a la que se hace referencia, pero lo puede ver haciendo clik aquí.

martes, 23 de diciembre de 2008

Navidad : dadivaN

Cristo nació.
Celebremos.
Compremos todo el licor que podamos con el aguinaldo y bebámoslo todo. Llenemos los almacenes y compremos aunque sea las sobras y dejemos nuestra firma temblorosa en los bouchers, ya borrachos. Bailemos perreo rozando el pene en las nalgas de las mujeres, frotándoles la erección que apenas se nos forma por lo borrachos que estamos. Comprémosles pólvora a nuestros hijos y que se vayan por ahí, sin molestarnos, a quemarse las manos y la cara para luego tener que llevarlos al hospital, enojados con ellos y borrachos. Comamos borrachos. Tengamos sexo borrachos. Visitemos borrachos a nuestros familiares y vomitemos en sus sillones. Cristo nació.

El Anticristo nacerá.
"Eso lo dice la Biblia y ella no puede mentir"
Nacerá.
Celebraremos.
Donaremos alimentos a los pobres. Nos reuniremos en familia y estaremos en paz. Disculparemos las ofensas y pediremos disculpas. Enseñaremos a nuestros hijos a ser buenas personas y tolerantes. Nos desprenderemos de las cosas materiales y no les daremos importancia. Seremos amigos de nuestros vecinos. Sonreiremos. Un aura blanca nos cubrirá. Alcanzaremos la paz y el amor anhelados. Nos tatuaremos el 666 en la frente. El Anticristo nacerá.


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Imagen: Arte del álbum Antichrist Superstar de Marilyn Manson.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Insomnio y soltería

Me harto a veces —muchas— de estar solo; bueno, de no tener novio o pareja o parejo o amante o etcétera. La sensación de no sentir a otro hombre tan cerca de uno que le mete la lengua en la boca, se vuelve casi insoportable.Y alrededor todo me recuerda a que estoy solo. Novios en el parque Cuscatlán. QUEER AS FOLK. Pornografía. Un par de zapatos.

A veces me pregunto, frente al paisaje del monitor de la computadora, cuándo conoceré a un muchacho inteligente, con delirios de artista y ateo que ande buscando a un muchacho ateo, con delirios de artista y —según dicen algunos— inteligente... enfoco bien mis ojos y como mal chiste veo mi reflejo en el vidrio del monitor. Un zancudo zumba por mi oreja. Suspiro desepcionado y vuelvo a confirmar que Dios no existe.

Veo pornografía. Chateo con lxs amigxs que tanto quiero. Trato de trabajar en mis poemarios. Trato de dormirme y sólo lo logro al final de la noche cuando todos se están levantando; cuando van saliendo de sus camas, yo voy entrando a la mía. Un zancudo roza mi cara. Y cierro mis ojos pero aún sigo despierto. Leo. Dibujo. Escribo. Me masturbo recordando a mis amantes y entonces, me vuelvo a sentir otra vez solo. Eyaculo y quedo vacío.

Descubro a una pareja teniendo sexo en mi cuarto. Los muy descarados están frente a mí, tan unidos y desnudos que se me hace una broma cruel. Me desespero y la sangre se me acelera; la úncia opción que me queda es matarlos y no lo pienso más. Ni se logran separar, ni alcanzan a verme y no logran escapar. Yo los mato en el acto, mientras tienen sexo, sin dudarlo y sin remordimientos. Nada es ficción: tengo las manos manchadas de sangre.

Los cadáveres están en mi cuarto pero los ignoro, casi ni los veo. Sé que no me van a meter preso. Luego trato de dormirme casi deseando que al despertar sea cinco de enero, casi deseando que despierte con otra forma de ver la vida y que no me importe estar soltero. Casi me duermo deseando que la próxima vez que me masturbe sea frente a un muchacho que se esté masturbando frente a mí. Deseo ser inconsciente. Deseo no haber leído ningún libro. Tener una bicicleta. Ser testigo de Jehová... Lo que no deseo es dejar de matar parejas que tienen sexo en mi cuarto: cuando los zancudos están copulando son más fáciles de matar y yo lo disfruto tanto.

martes, 9 de diciembre de 2008

La disca


A veces, en algunos casos, hay que salir del clóset y bajar a un sótano; enorme sótano; uno no pensaría que existe al pasar de día sobre la Juan Pablo II. ¡Si Juan Pablo II supiera!

Entre pequeñas réplicas del David de Miguel Ángel hechas de cemento pintado de blanco se ven unas patallas por el lugar, ahí pasan videos de la Madonna de los 80s y de Culture Club. Madonna y Boy George sólo hacen mímica. La música es muy fuerte. Y también pasan videos de shows de travestis personificando, entre otras, a Shakira. Qué lástima que el escenario es tan pequeño: las enormes mangas como banderas, con palos en el interior para ondearlas, no caben y el travesti no puede hacer más que moverlas para un lado y para el otro, sin mucha gracia. ¡Si Shakira supiera!

Los jueves hay entrada libre a la disca (¡sí! disca: femenino de disco) y hay personas que sólo van ese día; se ponen sus mejores zapatos puntudos blancos de cuero. El gel estilizará mejor sus peinados de moda y les asegurará una imagen perfecta durante la noche. Algunos sólo hacen poses, no bailan o, por lo menos, esa es su forma de bailar. Otros, en grupo, frente a una pared de espejo, bailan con movimientos ondulantes y en coreografías. En una sola noche se puede oír a Jeans, Pandora, Rihanna y Los Hermanos Flores mezclados por el mismo DJ.

Los señores que disfrutan —mejor tarde que nunca— de su homosexualidad en ese sótano, tratan de seguir el ritmo de los jovencitos; parecen siempre bailar lo mismo; ellos siempre bailan cumbia.

A veces, un muchacho se interesa en uno y, por eso, finge interés en los temas de los que uno habla y uno, por interés, finge interesarse en lo que el muchacho habla. Borrachos de Smirnoff Ice Rosado (¡sí! rosado: con granadina) los dos se besan —sólo a veces— y las manos comienzan a meterse en la ropa y uno no sabe hasta dónde llegar... hasta que el acompañante se duerme de borracho y queda tendido sobre un sillón de cuero negro (o imitación). No queda más remedio que reírse. Al menos se está borracho.

Después de tantos tragos, uno quiere orinar y al lado de la pista de baile está el baño de hombres. Un muchacho orinando contra la pared le indica a uno que ese tragante en el suelo forrado de azulejos, sin divisiones y con muchas cáscaras de limón donde los orines del muchacho caen, es donde se tiene que orinar. Quizás las cáscaras de limón ayudan a disminuir el mal olor de orines y vómito esporádico.

Al salir de la disca se ve la calle esa que ya se había olvidado. Al salir de ese sótano, unos vuelven al clóset, otros se van a un lugar más privado si lograron conseguir un acompañante que no se durmiera; otros se colocan en la esquina más cercana a prostituirse... nunca he visto un muchacho guapo en esa esquina.

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En la imagen: Lady, Miss Scape 2007-08. Fotografía tomada de www.scapedisco.com.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Claudia joined Facebook

Me limpiaron toda, me metieron en una cápsula y me inyectaron cosas que lograron revivirme. ¡Si mis amigos me hubieran visto! Parecía tener puesto un traje de mangueritas por las que pasaban líquidos de varios colores.
Luego me preguntaron cómo quería verme y les contesté que como cuando tenía dieciocho años. Me complacieron e hicieron un buen trabajo. 
Las autoridades me contaron de qué se trataba todo y casi me vuelvo a morir al enterarme. 
Ahora ya estoy acá nuevamente. No puedo negar que soy afortunada. 

Cómo se siente resucitar. Claudia Lars. Séptimo Sentido, La Prensa Gráfica, 14 de diciembre de 2008. 

  • Claudia plans to attend Círculo Literario Quetzalcoatl. 

—La estábamos esperando, Claudia. Estamos muy emocionados de que nos haga el honor de su visita.
—Muy amable. ¿Que vengo tarde? 
—¡No! No. Nosotros venimos temprano. 
—Ah... muy bien… ¿nos sentamos? 
—¡Sí! Claro… y este… ¿podríamos abrir la sesión de hoy con uno de sus nuevos poemas? 
—Por supuesto. Déjeme buscar uno que me gusta mucho… acá está. 

renglón tinta palabra/ blanco italia messenger/ nombre propio/ palabra palabra palabra/ [hacer tres chasquidos con los dedos]/ punto coma palabra punto/ Aaaaaaaaaaaaaa………..aaaaaaaaaaaaaA/ — — — tatatatatatatatatatatatatata guión — guión — guión — — —/ [decir sin sonido y gesticulando exageradamente “usted me está leyendo los labios”]/ cabello caspa cuerocabelludo cráneo cerebro idea poema// aire labios lengua garganta palabras saliva poema/[dos minutos de silencio manteniendo la boca abierta]/ érase una vez

—…  
—Bueno… si no hay nada qué decir, me retiro.  

  • Claudia sent a Arthur Rimbaud using Poetas Malditos. 
  • Claudia is upset because no one understands her!!! 
  • Claudia wrote on Es pecado resucitar a los muertos aunque hayan sido escritores’s wall.  

—Cuénteme, Claudia, qué proyectos tiene en esta nueva etapa en… esta nueva vida jejeje. 
—¡Federico, qué gusto verlo!... Pues mire, le cuento: me interesan tantas cosas, tantas cosas nuevas que hay, ¡cosas inimaginables en mi primera vida! Aparte de la poesía, quiero trabajar arte conceptual, el video arte y el performance. Ya estoy preparando un proyecto con Regina José Galindo de Guatemala. 
—¿Ah sí? Y ¿en qué consiste? Si puedo saber. 
—Nos vamos a grabar bien mojadas y quietas hasta secarnos, luego pondremos el video en reversa y a mayor velocidad para que dure sólo siente minutos. Se verá como que el agua empieza a formarse en nosotras. Ya hicimos algunas pruebas. 
—… 
—Y… con Eduardo Chang tengo planeado hacer un mural de la Casa Munguía en las paredes que rodean el predio donde estaba antes de que se incendiara y, también con Chang, vamos a proyectar una imagen gigante del Cine Vieytez sobre el edificio de Electrolab Medic que está en vez del cine. 
—… 
—Yo sé, Federico, que no es lo que me había dicho CONCULTURA  que quería que hiciera pero comprenda que al arte no se le puede poner condiciones ni límites. 
—Sí, Claudia, pero el plan era… 
—¡Bueno, Federico, si no le gusta máteme! 

  • Claudia found people who clicked 'YES' on her on Are You Interested?! 
  • Los Tacos de Paco tagged Claudia in 15 photos. Tagged in: Miércoles de Poesía 295 
  • Claudia is resucitada.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

domingo, 23 de noviembre de 2008

Cómo el país puede tener buenos escritores

Federico Hernández llegó al edificio donde queda CONCULTURA guiado por un guardia. "Es que en el Centro de Gobierno todos los edificios se parecen" decía avergonzado y con risa nerviosa cuando lo escoltaban del Ministerio de Gobernación a su edificio correspondiente. Ya llegaba tarde, otra vez, para una de las reunioines más importantes de su gestión. Meses atrás se había oído rumores de que la reapertura del Teatro Nacional sería el legado más importante de este hombre, pero esa mañana Federico Hernández había convocado algunos importantes escritores para exponerles el proyecto que sería, sin duda, el legado más importante de la literatura en el país.

—Señores,...

Al decir "señores" se refería a Manlio Argueta, Rafael Menjívar, Jorge Galán y Roberto Laínez.

—...gracias por atender a la reunión convocada con tanta urgencia; pueden agarrar el pan dulce y el café que gusten.
—Y ¿de qué nos querés hablar?- dijo Roberto Laínez con la boca llena.
—Simplemente se trata de un proyecto... jamás soñado por ninguno de los presidentes anteriores de CONCULTURA... Eh... Señores, siendo francos, ¿no estan cansados de tanto niño que se les acerca con poemitas feos, cursis; con cuentos raros, demasiado absractos y absurdos; pretendiendo convertirse en escritores y algunos, incluso, creyendo que lo son?
—Viera que a mí no me molesta y...- quiso intervenir Manlio Argueta, pero Federico Hernández hizo como que no lo había escuchado y siguió:
—Señores, ¿no se han preguntado alguna vez cuándo llegará el momento en que la literatura nacional vuelva a dar autores tan exquisitos como el gran Francisco Gavidia, Alfredo Espino o Alberto Masferrer?

A la cabeza de Rafael Menjívar llegó la idea de comenzar a hablar de los jóvenes talentosos de La Casa del Escritor; abrió la boca para exponerles a los demás caballeros su opinión pero Federico Hernández se le había adelantado y ya estaba diciendo:

—Pues ya no se cansen por esos niños, señores, ni se pregunten cuándo llegará otra época tan fructífera en las letras salvadoreñas como en la primera mitad del siglo anterior... El asunto por el cual los he convocado es que, después de consultar con gente de la embajada de Japón sobre tecnología para resucitar personas, he llegado a la conclusión de que lo mejor para nuestra literatura sería revivir a los grandes como al maestro de Rubén Darío: Francisco Gavidia, a la misma Claudia Lars, a Alfredo Espino, a Hugo Lindo, ¡hasta a Arturo Ambrogi! Así ellos podrían seguir escribiendo, continuar su grandiosa obra y ocuparse de enseñarles a los niños con delirios de escritor una que otra cosa. Así evitaríamos oir esos "poemas" que disfrazan de verso libre, esas historias  tan extrañas, esa narrativa tan poco agradable y volveríamos a lo que realmente es bello: poemas sobre nuestra campiña, nuestras bellas mujeres; historias de nuestros indígenas, crónicas de la hermosa Europa... ¡no se imaginan cuánto me tiene entusiasmado este proyecto! Quiero que ustedes sean el equipo que trabajará en definir la lista de resucitados. Esto pondrá a El Salvador como el primer país que resucita a sus más célebres escritores; definitivamente: ¡Impresionante! 

Luego de unos pocos segundos de silencio, de asimilar la idea, de imaginarse a los grandes de siempre compartir tertulias con ellos en La Panetière o en algún Coffee Cup; los cuatro escritores aplaudieron fuertemente y los ojos de Federico Hernández brillaron porque son tan claros y una lágrima asomaba a sus comisuras. Ya el pan dulce se había acabado. Rafael Menjívar limpiaba unas migajas de su pantalón. Manlio Argueta pensaba en cómo llegar del Centro de Gobierno a la Biblioteca Nacional. Roberto Laínez había salido a fumar un cigarro desesperado. Jorge Galán nunca dijo nada. 

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En la imagen: Alberto Masferrer, Claudia Lars, Francisco Gavidia y Federico Hernández.

sábado, 8 de noviembre de 2008

La artista visual contemporánea

Vivía en el lugar más parecido a la nada. Seis metros por seis metros de blanco perfecto. Si no hubiera zumbado a lo lejos el aire acondicionado, hubiera vivido dentro del silencio perfecto, así sin vibraciones. El aire acondicionado no la dejaba sudar.

Ella vestía de blanco... miró a su alrededor profundamente consciente de lo que hacía ese simple hecho era ya una obra de arte y del guacal blanco que tenía en una mano, comenzó a agarrar pétalos de flores blancas con la otra, tirádolos delante de ella, marcando el camino que seguiría, creándolo. Se desplazó de un extremo a otro de aquel lugar poniendo un pie sobre el camino recién nacido, esa metáfora de la vida, esa textura que iba creado; luego ponía el otro. Al llegar al extremo del cuarto donde nada nuevo pasaba pues era, igual, blanco; irrumpió, ella, en la monotonía clara que zumbaba y de la bolsa de su falda sacó una espátula de madera... ¡¡cuidado, lector, no se haga ilusiones!!: la espátula estaba forrada de guata... con ella revolvió los pétalos que quedaban en su guacal y, luego, ante las expresiones de asombro de los asistentes imaginarios, se los comió sintiéndole hasta los sabores que no tenía, con un exagerado movimiendo de mandíbula, con una mirada que comunicaba todas sus ideas en un segundo, profunda ella; ella una obra de arte; ella y sus acciones, arte; ella viviendo en un cuarto forrado de guata.

Pasaron ciento treinta y siete años. Dios vino a la Tierra. Centroamérica era gobernada por el Partido Gay. La artista visual eternamente contemporánea no había dejado un segundo de realizar su obra; cuando terminaba volvía a empezar, como Sísifo. Pero Dios, que después de tantos años de trabajo burocrático no había perdido su misericordia, se apiadó de ella y osó entrar en aquel espacio donde ella permanecía joven para que la pieza permaneciera intacta. Puso Dios una pose de Charlton Heston en LOS DIEZ MANDAMIENTOS y le dijo la verdad: "Hija, eres sólo una obra de Alexia Miranda y Ronald Morán".

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Imagen: HABITACIÓN INFANTIL de Ronald Morán (1972).

viernes, 7 de noviembre de 2008

Amor por Kevin


Bailemos todos las canciones tristes...

Y si querés enamorarte, pues enamorate. Y si querés nunca saber, pues nunca sepás. Y si querés salama-salama, pues salama-salama... pero hay que hacerlo ya.

A Daysi, la come hombres, la buscan los hombres porque saben que alguna vez fue hombre.

El Incomprendido, candenciosamente, arrastra la pena de escribir poesía, pintar, visitar cafés, hacer estatuismo, performances a los 40 años sin obtener el mínimo reconocimiento.  

A la Cumbiera Intelectual le huyen porque no deja de hablar de "Jung, Freud, Simone de Beauvoir, Gothe, Beckett, Cosmos, Gershwin, Kurt Weill, Guggenheim" y no se detiene a dejar de ser consciente de los movimientos de su cuerpo al bailar, no huele las margaritas.

Y yo declaro publicamente mi amor por Kevin Johansen como si fuera una bloguercita declarando amor a los Jonas Brothers... Yo lo declaro porque Kevin canta y carece de salud mental. Puede que a veces suene a otro de esos tantos cantautores con guitarra, mala voz y mala música (Sabina, Silvio, Arjona, etc. etc. y más copias); pero en las canciones donde triunfa lo hace de una manera que se agradece: pocos han tocado los temas que él ha tocado, pocos han podido ver la vida desde esa perspectiva compleja, obvia.

Bailemos todos las canciones tristes de Kevin Johansen.


domingo, 2 de noviembre de 2008

El calvario de Jesús bajo los efectos del agualoca



FOTOGRAFÍA: Ernesto Bautista.

MODELOS: Nadie (Jesús), Madame Blanche (María), René Chacón (lector de revista en Jerusalem del Siglo I), señora con suéter en la cabeza (La Verónica), Laura Zavaleta (guardia romano azotando a Jesús), Wingston González (Judas), Manuel Bolaños (Simón de Cirene que no quiso ayudar).

Laura Zavaleta publicó una versión un poquito diferente y a colores en su blog (click aquí).
Para ser más objetivos, Manuel Bolaños le muestra las versiones de Laura y Nadie en una sola foto (click aquí).

jueves, 30 de octubre de 2008

Las primeras experiencias sexuales


Así como se besan los protagonistas en las telenovelas, así me besaba yo con mi primo y con dos amigos; así me besaba yo con una amiga y la hermana de uno de esos amigos. Ninguno de ellos sabía lo que yo hacía con los otros y, aunque no me afanara en ocultarlo, no hablaba de ello con ninguno. 

Con mi primo nos acostábamos en la cama y nos abrazábamos largos ratos acariciándonos y comiéndonos el olor de nuestros alientos (aún lo recuerdo). Con mis amigos nos desnudábamos, nos inspeccionábamos todo el cuerpo y los besos no se limitaban a la boca. No eran muy diferentes las cosas que hacía con mis amigas, pero ellas tenían un olor diferente... femenino, quizás. Nunca pasamos de besos y caricias con niguno de ellos; nunca eyaculamos, nunca alcanzamos un orgasmo.

Xiomara era rubia, con el pelo corto y risado. Margarita era morena. Mi primo era negro y Ángel y Daniel, trigueños. Creo que ninguno tenía particular belleza, pero en esa época yo no me fijaba en la apariencia y ni pensaba en tener una relación duradera. En esa época yo sólo quería satizfacer un deseo que no podía definir ni nombrar, que subía por mi cuerpo con la intensidad que sólo las emociones de la niñez tienen. Pasaba días esperando el momento de ver a uno de mis amigos y tener un rato a solas para otra vez abrazarnos, besarnos y explorar nuestros jóvenes cuerpos desnudos. 

Mi mamá vió una vez, en la casa de mi tía, cómo le bajaba el pantalón a mi primo y él, que fue el que se dió cuenta de que nos espiaba, se comenzó a reir nervioso y se apartó de mí; al darme cuenta, yo me paralicé del susto y ella nos regañó muy enojada haciendo alarde de su conocimento de la Biblia y casi tomando la posición divina de Dios. A los minutos parecía como si mi mamá no hubiera visto nada y se encontraba ya en un estado de negación que la caracterizaría desde ese momento; nunca dijo nada a nadie. Al tiempo, en mi casa, mi mamá me vió desnudo con uno de mis amigos, nos ordenó vestirnos al instante y sacó a Ángel a la calle. Yo quería morirme porque pensaba que esa vez sí le contaría a mi papá lo maricón que es su hijo; pero no lo hizo, siguió en la negación que traía desde antes y a los días, a las semanas, fui yo el que comenzó a olvidar el incómodo acontecimiento y nunca volví a buscar sexualmente a mis amigos, ni ellos a mí. 

Pero no nos dejamos de ver; jugábamos juntos de vez en cuando, veíamos los Power Rangers y nos invitábamos a las piñatas en los cumpleños. Nuestras mamás seguían frecuentándose, siendo hermanas en Cristo y de carne; si supieron de las cosas que hacían sus hijos conmigo, ya estaban todas contagiadas de la negación de mi mamá y la fortificaban unidas y de la mano de Dios. Yo sólo tenía 5 años. Mis amigos rondaban mi edad.  

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Imagen: NIÑOS EN LA PLAYA de Joaquín Sorolla (1863-1923).

sábado, 18 de octubre de 2008

Delirio

Oíme.

Sólo podré ser feliz cuando me pueda pintar la cara de anaranjado sin que nadie me critique ni a mí, ni a mis pestañas postizas; cuando, por la calle, mi falda y mi barba no sean motivos de burla y no se me insulte por llevar las uñas pintadas y ser hombre. Sólo podré ser feliz al tener la seguridad de que no asistiré, para divertirme y por voluntad propia, a una boda evangélica donde lloren las "hermanas del concilio" o a una "feria de ciencias" de un colegio de Soyapango o, peor, a un baile de graduación.

Mirá.

Tuve la revelación, anoche, de que si llego a morir mediocre es porque aún existe el peligro de que crea en Dios. Si muero creyendo en él, me iré al infierno y no al que me he imaginado algunas noches cuando me masturbo; no a ese infierno donde tengo orgías con Arenas y Rimbaud. Si muero creyendo, me iré al infierno cristiano y por la eternidad pagaré caro el pecado de haber llegado a creer en Dios.

¿Sabés?

Hoy me di cuenta de que existo y que irrumpo en la vida con mis colores y mi pelo; y me di cuenta de que la mostaza existe así como existe la erección matutina del papa y la mancha de semen en el calzoncillo bajo su sotana mientras saluda a la Plaza de San Pedro. Ser consciente de mi existencia me dilata las pupilas y me aumenta de tamaño el cuerpo. Sí, lo reconozco: estoy vivo.

¡Teneme envidia, Dios!

lunes, 13 de octubre de 2008

jueves, 9 de octubre de 2008

¿Por qué quiere ser buena persona?

Sea bueno, no mienta, no desee mal a los demás, no se salga nunca más allá de los límites que encierran y limitan a la masa de la que forma parte. Esculpa día a día una buena reputación, vaya puliéndola, hágala más bella que la de los demás para que, cuando se muera, le sirva de lápida y los dolientes descoloridos digan "tan bueno que era". 

Sea bueno... 

Sea bueno...  

¿Por qué?

Disculpe que lo interrumpa en este momento y que le robe uno o dos minutos de su amable atención. El mensaje que le traigo es breve. Mi intensión no es ofender ni mucho menos molestar a nadie:

Mejor sea sincero con usted mismo y no se niegue a sus deseos. Arránquele los omnipresentes ojos a Dios con sus manos y píquelos con un cuchillo en su cocina; así podrá defecar y tener sexo sin la sensación de ser vigilado constantemente y estará libre de entregarse al sexo y al alcohol como tanto lo ha deseado. Métase heroína si tiene dinero para comprarla o váyase a vivir a un país donde sea legal y dése todo el gusto que su cuerpo aguante y dróguese en su casa, en los parques y en las clínicas que esos países desarrollados tienen destinadas para tal propósito. Mienta, pero sepa hacerlo bien; mienta tanto como quiera que si nadie se entera de sus engaños, sus mentiras serán siempre verdad. Quédesele viendo con cara de Anticristo a los que se suben a predicar a los buses y mueva su lengua con lascivia. Mastúrbese en los baños públicos y deje su número pintado en la puerta a la caza de sexo con desconocidos. Vea pornografía fuerte (bondage, coprofagia, fist fuck, geriafilia). Golpéese fuerte en la cara cuando lo ataque la ansiedad y muérdase los dedos hasta sacarse sangre. Mátese, si tantas son las ganas de hacerlo, pero mátese bien; no lo anuncie porque se va a arrepentir o se lo van a impedir. Sus papás lo trajeron al mundo sin consultarle, los muy irresponsables; ¡qué importa todo lo que le lloren y todo lo que le condenen!, usted ya va a estar muerto, libre. Destrúyase, si quiere; es su cuerpo, la única cosa que no le podrán quitar nunca. Si las personas que lo aprecian sufren, es sólo porque tienen sentimientos y formas de pensar convencionales, no es por su culpa. Si ellos no quieren que usted se mate es por egoísmo, para no tener que sufrir ellos y hacer todos los trámites que traería su muerte. Todos quieren morirse antes que los demás por egoístas, para evitar complicarse.


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Esta entrada no lo obliga a nada. Foto de Amy Winehouse por Carolyn Djangoly para la revista Easy Living.

viernes, 3 de octubre de 2008

El secreto del escritor nacional

David Escobar Galindo no es lo que parece.
David Escobar Galindo esconde un secreto.
Usted lo puede ver por ahí, en un periódico o en la televisión a veces; con su ropa impecable y aburrida; con el pelo que ya sólo tiene en los costados de la cabeza, cubriéndole la calvicie y sirviéndole de económico peluquín que nace bondadoso en las cercanías de su brillosa calva. Por ahí camina él escribiendo un soneto a diario y publicando un relato a la semana por los años y años de los siglos de los siglos.
Son muchísimas las personas que saben quién es él y su nombre les causa admiración así no hallan leído nunca ninguno de sus trabajos y cuando llegan a leer algo de lo que ha escrito —lo que sea—, les gusta; pues ¡obvio!: es Escobar Galindo el poeta, el firmante de los Acuerdos de Paz, el del nombre famoso, el de las tantas columnas en los periódicos, el escritor salvadoreño que sí vende, el Maestre del Gay Saber de los Juegos Florales de Quetzaltenango.

Pero David Escobar Galindo esconde algo.
Cuando llega a su casa por las noches, al hallarse solo, sale a relucir quién es en realidad, eso que tanto esconde, eso que yo sospecho y él, seguramente, negaría si le preguntara al respecto.
David cierra la puerta de su habitación con llave y cierra las cortinas por precaución —en esas colonias de ricos uno nunca sabe quién puede tener un telescopio—; se sienta en la orilla de su bella cama y descansa sus manos grandes y blancas sobre sus piernas. Cierra los ojos y, dejando la imagen de hombre que debe aparentar en el día, se entrega a su verdadero ser.
David Escobar Galindo es un gecko. En el color de su piel lo noto; en el color de sus ojos y en las formas de sus manos, también. Por las noches sólo Dios es testigo de cómo da cabida a sus instintos animales y se adhiere a las paredes de su habitación y la recorre entera por las cortinas y el plafón, por las lámparas y los espejos, con su corbata moviéndose y desfigurándose colgada de su cuello.
Es extraño cómo un hombre tan grande puede andar ágilmente por las paredes sin dejarles una marca siquiera; pero es que él es un gecko y se come las cucarachas y, de repente, sin saber por qué, canta; suelta de su boca ese chasquido intermitente que sólo él y los otros geckos saben qué significa.